viernes, 26 de abril de 2013

Rachmaninof: Preludio Opus 23 N° 5



El estruendoso fracaso de la Primera Sinfonía de Sergei Rachmaninof (1873 - 1943) dejó al compositor ruso de 24 años sumido en una profunda depresión. Sus amigos, temiendo que en cualquier momento tomara una decisión fatal, le aconsejaron que se pusiera en manos de un especialista en fracasos de la vida, es decir, un médico del alma.
Luego de largos meses sometido a intensas sesiones de autosugestión e hipnotismo dirigidas por una eminencia de la época, el joven Sergei logró salir del atolladero. Poco después, a mediados de 1900, partía a Italia, donde recuperará el sosiego lentamente en la pintoresca localidad costera de Varazze, próxima a Génova.

Natalia y Sergei Rachmaninof,
en 1917
Natalia
Tal fue el grado de recomposición de su ánimo, que tan solo dos años después, decidió casarse. Pero no recorrió todo Moscú para encontrar a su alma gemela. Le bastó con mirar a su entorno cercano poniendo sus ojos en una prima a quien había conocido dos años atrás, Natalia Alexandrovna Satina.

Difícil enlace
Desde luego, el parentesco de los enamorados era una complicación enorme; no solo tuvieron que enfrentar el rechazo de ambas familias sino que, obligados por las leyes de la época debieron solicitar varias dispensas, entre ellas, la del zar. Finalmente, lograron superar todos los obstáculos y se casaron en abril de 1902. Contra todo pronóstico, vivieron inmensamente felices por el resto de sus días.

Los Preludios
Siguiendo los pasos de Bach, Chopin y Scriabin, el compositor ruso escribió a lo largo de su vida, 24 preludios, aunque dispersos en tres diferentes opus. Con el popular Preludio en do menor comenzó la serie, una obra de juventud perteneciente al opus 3. Luego vinieron los diez preludios del opus 23, escritos entre 1901 y 1902. Sergei finalizará el ciclo con los trece preludios del opus 32, compuestos alrededor de 1910.



Preludio Opus 23 No 5
Se presenta aquí el preludio N° 5 del opus 23. Su forma es similar al tradicional rondó tripartito, con una sección inicial "A" marcada Alla marcia, a la que sigue una sección "B" más lírica y melancólica acompañada por arpegios de la mano izquierda (1:30), luego, una transición al tempo original y finalmente la recapitulación de la marcha inicial (2:40). La pieza finaliza sin aspavientos con cortos arpegios que rematan pianissimo.

La versión es del maestro ruso Emil Gilels, nacido en 1916 en Odessa y fallecido en Moscú en 1985. Si bien es menos conocido, Gilels integra el selecto grupo de grandes pianistas del siglo XX, junto a Arrau, Horowitz, Rubinstein, Benedetti Michelangeli y Sviatoslav Richter.

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